viernes, 9 de diciembre de 2011

Ligera obsesión, maldito corazón.

Quemada la rosa ya está
que esa noche un día le hable,
pobre rosa que tanto ame
te digo adiós por última vez.

Blanca la mañana que ese día te olvidé
que suerte la mía que nunca te veré,
maldita la suerte que me dio esa vez
para decirte adiós de una vez.

Esto en un campamento pasó
y en el mi razón
obligó a mi corazón,
de que olvidara ya
toda esta obsesión.

Escrito en un campamento
ya hace tiempo
por: Oscura Verdad.

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